Algunos estudios sugieren la presencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH),
en Zaire, áfrica, a finales de 1959, de la misma forma se encuentran posibles casos en
otras partes de áfrica y por primera vez en Estados Unidos, específicamente, Nueva York,
Los ángeles y San Francisco en la década de los 70's.

En 1978, poblaciones importantes de homosexuales en Estados Unidos y en Suecia y heterosexuales en Tanzania y Haití, comenzaron a presentar cuadros de inmunodeficiencia con disminución de linfocitos CD4, que años después se conocería como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

En 1981, los Centros de Control de Enfermedades, en Estados Unidos conocidos en ingles por sus siglas CDC, comienzan a identificar en población homosexual una rara forma de cáncer conocido como Sarcoma de Kaposi, a ésta enfermedad posteriormente comienzan a denominarla como el "cáncer gay" y luego "deficiencia inmune relativa a gays", de la misma forma se presentaron casos de un tipo de neumonía conocida como pneumocistis carinni. Ya en 1982, se utiliza por primera vez la palabra SIDA, con base al descubrimiento del conjunto de enfermedades en sistemas inmunodepresivos.

El doctor, Luc Montagner del Instituto Pasteur de París, descubre lo que hoy conocemos como el Virus de Inmunodeficiencia Humana o VIH en el año 1983, de aquí se desprenden grandes investigaciones en la búsqueda de tratamientos y se discuten a profundidad las formas posibles de infección y de transmisión del virus, un año después el doctor Robert Gallo de Estados Unidos, alega ser el descubridor del virus que causa el SIDA, sin embargo, este descubrimiento realmente ya había sido realizado por los franceses.

Día con día, las campañas de prevención en el mundo, iniciaban un nuevo rumbo, las relaciones sexuales sin protección, la utilización de jeringuillas compartidas entre dos o más personas y las transfusiones de sangre y hemoderivados eran verificadas como las causas principales del contagio, empezó a des-homosexualizarse el SIDA, revelando que los patrones de transmisión eran tanto en homosexuales como heterosexuales.

En 1985, la FDA (Federal Drug Administration) de Estados Unidos, autoriza el primer test para detectar los anticuerpos contra el VIH. La Zidovudina, más conocida como AZT, droga contra el vih es aprobada por la FDA en 1987, que marca el inicio en la búsqueda de tratamiento efectivo contra la enfermedad, hoy en día, el AZT forma parte de los medicamentos principales que consumen las personas infectadas con el VIH. A partir de esa fecha, diferentes drogas han sido autorizadas para el tratamiento del SIDA, pero hasta ahora, ninguno de esos tratamientos son considerados como una cura.

Desde 1998, en una sesión de la Asamblea General de la ONU, se declaró por unanimidad de interés universal la lucha coordinada contra la enfermedad del SIDA, sin embargo, este llamado internacional no fue prioridad en muchos países.

En Costa Rica la situación no fue muy diferente, los primeros casos reportados por la Unidad de Control del SIDA fueron diagnosticados en 1983, los cuales pertenecían a hemofílicos, es en 1985 que se presentan los primeros casos en homosexuales y en 1986 los primeros casos en heterosexuales, bisexuales y por transfusión sanguínea.

Desde antes de 1985 en el ámbito internacional, se había identificado que no era la orientación sexual sino las prácticas de riesgo las causantes de la infección, sin embargo, la población costarricense siguió pensando en el SIDA como un problema de homosexuales. Aún en 1986, finalizando el Gobierno de Luis Alberto Monge, no se había realizado en Costa Rica una campaña de prevención contra el SIDA.

Los centros de socialización para gays en Costa Rica comenzaron a ser objeto de redadas a finales de los 80's y principios de los 90's, dificultando la realización de mensajes preventivos al VIH en esa época, por parte de los mismos grupos gay / lésbicos. Muchos países del mundo habían iniciado campañas preventivas, los científicos constantemente reiteraban que nos estábamos enfrentando a una nueva epidemia sin precedentes en la historia de la medicina, mientras en Costa Rica, el Gobierno se preocupaba en como crear estrategias para cerrar los lugares para gays y lesbianas.

La homofobia llegó a tal extremo, que el propio Ministro de Salud, el Dr. Edgar Mohs, el 2 de agosto de 1986 en el periódico La Nación, dijo que cerraría todos los establecimientos gays, obviamente, fue algo que no logró hacer. Esa decisión fue considerada por la comunidad gay como contraproducente, ya que estos lugares eran propicios para iniciar campañas en esta comunidad.

Los años transcurrieron y los casos de SIDA en Costa Rica crecen, nacen de la misma forma varias organizaciones, que tras la falta de conciencia del Gobierno hacia el problema, se dan a la tarea de cuidar personas con SIDA e iniciar campañas preventivas en diferentes poblaciones afectadas. La cooperación internacional fue fundamental, para que estas organizaciones no gubernamentales pudieran desarrollar su trabajo, o más bien, el trabajo que el Estado no asumió.

Desde la aparición de la pandemia del SIDA, las comunidades se han organizado y han obtenido logros tales como; la aprobación de la Ley General del SIDA (Ley 7771) y su reglamentación, los veredictos de la Sala Constitucional, obligando a la Caja Costarricense del Seguro Social a brindar medicamentos a las personas con SIDA, constitución de organizaciones de gays y lesbianas, el nacimiento de asociaciones de personas viviendo con el virus y cierto nivel de conciencia en la población costarricense sobre el problema del SIDA.
Sin embargo, la ignorancia persiste en el siglo XXI, las barreras continúan en sectores conservadores, dificultando el poder hablar abiertamente de la sexualidad y de las formas de prevenir otras infecciones de transmisión sexual, pero esperamos que al igual que como lo hizo el ex-presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, algún día pidan perdón por su descuido ante la epidemia, esperamos también, que ya no sea demasiado tarde.

Hoy en día, organizaciones no gubernamentales en conjunto con la Caja Costarricense del Seguro Social y otros sectores estatales, aúnan esfuerzos para darle la debida atención al SIDA en Costa Rica.

¡Si el mundo se ha unido contra el terrorismo, porque no nos unimos todos y todas contra el SIDA!

Francisco Madrigal