En la entrevista Mairena declaró: “Cuando voy a los bares gais a solicitar ayuda de unas 100 personas, 10 me ayudan, a los demás no les interesa ayudar, son pederastas y se aprovechan de la vulnerabilidad de los chicos…” Tales declaraciones sin fundamento alguno, son poco sensatas, confunden a la opinión pública y refuerzan el mito que se refleja en el estereotipo social que habla de las personas gais, lesbianas, bisexuales y Trans como abusadoras de personas menores de edad.
Manuel Abarca, psicólogo y promotor de la salud del CIPAC, manifestó una profunda preocupación ante lo afirmado por Mairena, “si una persona LGBTI, no contribuye con estas causas, jamás esto quiere decir, que sean por defecto pederastas, no todos y todas tenemos las mismas condiciones económicas, además nada tiene que ver la homosexualidad, la bisexualidad o la heterosexualidad con el abuso a personas menores de edad.
El problema no radica en la orientación sexual, ni del abusador, ni de la vÃctima, sino en la posición de sumisión e impotencia que tiene la vÃctima bajo el abusador. Muchos pedófilos presentan una personalidad inmadura, autoestima frágil, problemas de relación o incluso sentimientos de inferioridad y no existe ningún estudio que sustente que estas caracterÃsticas son propias de una persona que pueda ser etiquetada por su orientación sexual; lo que se sabe es que lamentablemente se revela hasta que sus vÃctimas rompen el silencio, momento en el que no siempre cuentan con la ayuda ni apoyo que verdaderamente necesitan”.
Desde el CIPAC, lamentamos las declaraciones emitidas por Mairena y le recordamos que estamos obligados como sociedad, a llevar ante la justicia a las personas que cometan estos delitos, por lo que le exigimos que fundamente sus declaraciones y que si tiene pruebas de lo dicho que haga las denuncias respectivas.
¡Las luchas por los derechos humanos no pueden fundamentarse en argumentos que se basan en la ignorancia!